12 de noviembre de 2010

Un fin se semana en Palencia (con P de Paisaje)- Parte 2

(Para Peridis, para que vea que, aunque cornudo, no soy rencoroso)  
“Y hay tierras tan bonitas y bellas, y tan llenas de cosas buenas que, los afortunados
 que las habitan, se creen que no puede haber nada mejor lejos de ellas”.
Alfonso G.R. 
(se te echará de menos…).
visita nocturna al monasterio con el fantasma del monje…
Descanso en el hotel, cena en el restaurante de la posada del Monasterio de Santa María 
–los camareros simpáticos, divertidos, atentos, hábiles en el toreo de las siempre-preocupadas-
por-lo-que-comerán-sus-niños mamás. Sé que repito siempre lo de los camareros amables 
pero como solamente los encuentro al salir de Pamplona, no me deja de alegrar saber 
que existen y se pueden ver, visitar y bromear con ellos.
Al acabar la cena, son las once la noche, algún niño duerme ya en su carrito, nos dan 
a cada uno una vela (eléctrica, que al agitarla se enciende y al agitarla nuevamente se 
apaga). Y así mayores, niños y niñas nos dirigimos en la oscuridad, por el antiguo 
huerto, hacia la entrada del Monasterio donde la guía da dos golpes secos en la puerta
 que resuenan en la noche palentina. Un monje vestido con hábito blanco nos recibe 
aparentemente malhumorado por haberle despertado del sueño eterno. Los niños y niñas
 se agarran a sus papas con su manita insegura y la vela temblando en la otra (ahora 
nada con sus mamás…).
“¡¡A qué han venido ustedes aquí¡!! ¡!!A molestar!!!!” Silencio. Sepulcral. Hasta que 
Rodrigo, hijo de Jeremy, rompe el hielo y responde con voz asustada y sonrisa de 
pillastre “y a rezar…”. Unos reímos, otros aguantan la carcajada a costa de derramar 
una lágrima por el ojo, otros miran para otro lado tapándose la boca.   
El monje fantasma, mostrando un indisimulado enfado por tener que levantarse para 
mostrar sus dependencias a los visitantes, nos va explicando el claustro, la sala capitular,
 las dependencias abaciales,… todo ello a la luz de las velas. El espectáculo es precioso
 y la explicación tiene su encanto. Además, según vamos paseando, se va oyendo un 
chirrido, un ruido de tuercas, goznes, roces con las esquinas,… que hace que de vez 
en cuando miremos para atrás para ver que… afortunadamente son Jeremy y el carrito
 de Daniel que duerme plácidamente a pesar de que su padre no le ha echado “tres 
en uno” al coche desde que nació mi tocayo.
En un momento dado Josechu, nuestro reportero, hace una foto del monje junto a su
 hija Sara. El flash nos deslumbra a todos, incluido al monje que grita “¡!!atrás, eres 
el demonio¡¡¡”. Sara, tres años pero valiente e indignada, le dice al monje con voz 
angelical “¡¡que no, que es mi padre¡¡” Entrañable.· 
Esto me recuerda a una anécdota relativa a una niña que estaba dibujando muy 
afanosamente en clase de religión. La profesora curiosa por la concentración y 
empeño de la niña le pregunta “¿qué estás dibujando?” a lo que la niña responde 
“¡a Dios!”. La profesora, divertida, le responde “!!Pero si es que nadie sabe cómo 
es Dios¡¡” a lo que la niña sin dejar de dibujar le responde “¡¡ pues en dos minutos 
lo van a saber¡¡”. 
Terminamos la visita con un montaje audiovisual realmente espectacular en la iglesia 
donde se van proyectando diapositivas tanto en el ábside como en los muros y 
columnas. Música e imágenes nos cuentan la vida e historia de la comarca, de la 
iglesia y sus gentes. Me encanta, nos encanta pero, son las doce de la noche y 
algunos niños y niñas o vagan como fantasmas por la iglesia o han cogido postura 
en el regazo de sus madres (ahora con ellas…).


La senda del oso 
El domingo, tras el masivo desayuno (por el número de personas que desayunamos juntas
 y el número de tostadas que me meto –hace tiempo que el borde –no esquina, sino 
desagradable- de mi peso me insulta todas las mañanas llamándome 90 kilos y creo 
que cuando vuelva sus improperios subirán de tono-) nos vamos rumbo a la ruta del
 oso y, si da tiempo al bici-rail. Parte de la expedición descansa en la casa, parte hace
 las maletas porque esa misma tarde toca volar a… ¡vete tu a saber¡
La marcha del oso, paseo ideal para familias, comienza cruzando el puente sobre las
 limpias aguas de un imberbe Pisuerga al que le queda un buen trecho para hacerse un
 río y, aprovechando que pasa por Valladolid, hacerse famoso. Su nacimiento en la Fuente
 del Cobre no queda lejos pero lo dejamos para otra ocasión. Nuestro amor por Palencia 
con P de Paz no ha hecho más que comenzar. Esta tierra tiene algo especial, irradia paz,
 con P de Palencia, enamora con E de encanto.
Nada más entrar en calor comenzamos la subida por el camino de la cañada (unos cuantos
 “¿cuanto falta?” y “¿Cuándo llegamos?” empiezan a sonar) que va hacia el mirador de la
 Matas donde se ve una maravillosa panorámica. Continuamos por el paraje de Peñas 
Negras disfrutando de las vistas del Curavacasque que junto con el Espiguete son los picos
 mas característicos de la Montaña Palentina (la rebelión toma forma “!estoy cansado¡”,
 “llévame aupa”), para sumergirnos en un robledal donde el oso ha dejado su rastro (y
 alguno de nuestros hijos “papa, tengo ganas de…” también). Aparecemos por fin en 
un pequeño valle que nos deja ver los pueblecitos de Polentinos y la Peña del Oso.
Para los que conocemos la Palencia del Camino de Santiago, magnífica, extensa, mística,
 sufrida como el carácter castellano, amarilla y azul (recuerdo que un peregrino belga, 
con el que me encontré haciendo el camino de Santiago y que en vez de rezar leía a 
Machado, me enseño a ver este paisaje mirándolo entre mis piernas –dicho así…suena…- 
para que viera como parecía una playa amarilla con un mar azul al fondo), toda esta 
zona es una bonita sorpresa.  
En bici-rail por el valle de Muda
Para finalizar la jornada hemos quedado en Salinas a la 1 de la tarde para, ya sola la 
familia Cañas-Echeverría, dar un paseo en el bici rail que te permite recorrer las vías
 del antiguo tren minero montando sobre bicicletas que a su vez están dispuestas en
 una plataforma que hace las veces de vagón. 
El recorrido tiene una duración aproximada de una hora, cuarenta minutos largos de
 ida y veinte minutos cortos de vuelta ¿Por qué? pues porque una pendiente del 5
 por mil a la ida se nota, vaya que si se nota. La experiencia es muy bonita. A la ida 
un vagón lo componemos Paula y yo y el otro Ana y María. A la vuelta, cambiamos
 porque dice María que con papá es más guay (ahora quieren con ellos). La vuelta
 la hacemos a tal velocidad que pensamos que vamos a descarrilar. Muy, muy divertido.
 María pega gritos, mezcla de emoción y vértigo. En el recorrido atravesamos varios
 puentes sobre arroyos y disfrutamos de la belleza del valle de Mudá y si no estás
 atento a las ramas te puedes dejar la diadema, la lentilla o la peluca, en algunos 
puntos del recorrido. 
Del Siglo XX de Aguilar al siglo XVI de la ínsula Barataria
Sigo los consejos de mi amigo Alfonso y comemos en el restaurante Siglo XX de la 
plaza de Aguilar de Campoo rodeado de fotos de artistas de Hollywood y, entre ellas, 
la de Concha Velasco. Después del ejercicio –quien pedalea es el adulto- tenemos más
 hambre que vergüenza y no queremos que nos pase lo que a nuestro amigo Sancho,
 como gobernador de la ínsula Barataria: 
“… Cesó la música, sentóse Sancho a la cabecera de la mesa, porque no había más
 de aquel asiento, y no otro servicio en toda ella. Púsose a su lado en pie un personaje, 
que después mostró ser médico, con una varilla de ballena en la mano. Levantaron
 una riquísima y blanca toalla con que estaban cubiertas las frutas y mucha diversidad
 de platos de diversos manjares;……otro que hacía el oficio de maestresala, llegó un 
plato de fruta delante; pero, apenas hubo comido un bocado, cuando el de la varilla 
tocando con ella en el plato, se le quitaron de delante con grandísima celeridad; pero
 el maestresala le llegó otro de otro manjar. Iba a probarle Sancho; pero, antes que
 llegase a él ni le gustase, ya la varilla había tocado en él, y un paje alzádole con tanta
 presteza como el de la fruta...… el de la vara respondió: 
-No se ha de comer, señor gobernador, sino como es uso y costumbre en las otras
 ínsulas donde hay gobernadores. Yo, señor, soy médico, y estoy asalariado en esta
 ínsula para serlo de los gobernadores della, y miro por su salud mucho más que por 
la mía, estudiando de noche y de día, y tanteando la complexión del gobernador,
 para acertar a curarle cuando cayere enfermo; y lo principal que hago es asistir a
 sus comidas y cenas, y a dejarle comer de lo que me parece que le conviene, y a 
quitarle lo que imagino que le ha de hacer daño y ser nocivo al estómago; y así,
 mandé quitar el plato de la fruta, por ser demasiadamente húmeda, y el plato 
del otro manjar también le mandé quitar, por ser demasiadamente caliente y 
tener muchas especies, que acrecientan la sed; y el que mucho bebe mata y consume
 el húmedo radical, donde consiste la vida.
- Desa manera, aquel plato de perdices que están allí asadas, y, a mi parecer, 
bien sazonadas, no me harán algún daño.
A lo que el médico respondió:
- Ésas no comerá el señor gobernador en tanto que yo tuviere vida.
- Pues, ¿por qué? - Sancho.
Y el médico respondió:
- Porque nuestro maestro Hipócrates, norte y luz de la medicina, en un aforismo 
suyo, dice: Omnis saturatio mala, perdices autem pessima. Quiere decir: «Toda
 hartazga es mala; pero la de las perdices, malísima».
- Si eso es así - dijo Sancho -, vea el señor doctor de cuantos manjares hay en 
esta mesa cuál me hará más provecho y cuál menos daño, y déjeme comer dél
 sin que me le apalee; porque, por vida del gobernador, y así Dios me deje gozar, 
que me muero de hambre, y el negarme la comida, aunque le pese al señor doctor 
y él más me diga, antes será quitarme la vida que aumentármela
.
- Vuestra merced tiene razón, señor gobernador - respondió el médico -; y así, es 
mi parecer que vuestra merced no coma de aquellos conejos guisados que allí están,
 porque es manjar peliagudo. De aquella ternera, si no fuera asada y en adobo, aún 
se pudiera probar, pero no hay para qué.
Y Sancho dijo:
- Aquel platonazo que está más adelante vahando me parece que es olla podrida, que 
por la diversidad de cosas que en las tales ollas podridas hay, no podré dejar de topar
 con alguna que me sea de gusto y de provecho.
-Absit! - dijo el médico -. Vaya lejos de nosotros tal pensamiento: no hay cosa en el 
mundo de peor mantenimiento que una olla podrida…
Oyendo esto Sancho, se arrimó sobre el espaldar de la silla y miró de hito en hito  
al tal médico, y con voz grave le preguntó cómo se llamaba y dónde había estudiado. 
A lo que él respondió:
-Yo, señor gobernador, me llamo el doctor Pedro Recio de Agüero, y soy natural de
 un lugar llamado Tirteafuera, que está entre Caracuel y Almodóvar del Campo, a 
la mano derecha, y tengo el grado de doctor por la universidad de Osuna.
A lo que respondió Sancho, todo encendido en cólera:
-Pues, señor doctor Pedro Recio de Mal Agüero, ……quíteseme luego delante, si no, 
voto al sol que tome un garrote y que a garrotazos, comenzando por él, no me ha
 de quedar médico en toda la ínsula, a lo menos de aquellos que yo entienda que 
son ignorantes; que a los médicos sabios, prudentes y discretos los pondré sobre 
mi cabeza y los honraré como a personas divinas. Y vuelvo a decir que se me vaya, 
Pedro Recio, de aquí; si no, tomaré esta silla donde estoy sentado y se la estrellaré
 en la cabeza… …  que oficio que no da de comer a su dueño no vale dos habas.”
Siglo XX, una desilusión,  muchas galletas y hasta Pronto (con P de Palencia) 
Tras comer todas las partes posibles que un marrano puede ofrecernos a la brasa 
(a mí, como dice mi primo Juan Antonio, “del cerdo me gustan hasta los andares”) 
las chicas se van a pasear a la plaza y yo al pagar, pregunto, cómo no, si se le ve
 a Peridis por el pueblo. Intrigada la mesonera por mi interés en tan local personaje
 le cuento el desamor y sufrimiento de mi primer encuentro con él. 
La mujer que no puede aguantarse la risa me dice que “de Peridis se puede esperar 
cualquier cosa” y me también me dice lo que no quería oír… lo que temía oír… lo que
 no debía haber oído… quien me manda preguntar,… Me dice que desde hace casi diez
 años se le ve por Aguilar pero con otra, sí con otra, lo mío no significó nada, con una
 tal Carmen, sevillana, mujer (ahora ex) de un tal Felipe, (ex)presidente de una tal (Ex)paña. 
  La mujer, entendiendo mi disgusto me invita a un licor de hierbas casero que me lo tomo
 para ahogar mis penas (aunque todos sabemos que las penas flotan…).
Compramos galletas en la fábrica Gullón (2 sacos de galletas por 24 euros) y mirando 
hacia atrás decimos hasta Pronto (con P de Palencia) a esta tierra que nos ha enamorado,
 que nos ha dejado con las ganas de volver otra vez y probablemente otra y otra,… 
Dejamos atrás el aire con olor a galleta María. 
Hay tierras en las que parece que tienes que pedir permiso para entrar y visitarlas, 
otras en cambio parecen disculparse por que tengas que pasar por ellas y te ofrecen 
todo lo que tienen porque no tienen otra cosa. Las primeras te hacen sentir de prestado,
 extraño, aunque sean bonitas. Las segundas, te hacen sentir en casa. Palencia es una
 de éstas. Y tiene mucho, mucho que ofrecer. Pero no se lo digáis a nadie…

 
Pamplona, 16 de Octubre de 2010. 

Hasta pronto con P de Pronto, Peridis, Pamplona y Palencia, cómo no¡ 

Me quedo escuchando Free Bird, de Lynyrd Skynyrd, en la que Allen Collins 
hace uno de los solos de guitarra más alucinantes de la historia del rock. Casi
 cinco minutos de solo frenético. Lynyrd Skynyrd fue uno de los grandes grupos 
de la música de todos los tiempos, el primero y único que tocaba con tres 
guitarras principales, Más conocidos por “Sweet Home Alabama” -respuesta a
 las canciones "Southern Man" y "Alabama" de Neil Young, hippy norteño que 
criticaba el carácter de las gentes del sur negro- y cuyo cruel destino les esperó 
en el avión en el que murieron, la semana que viene hará 33 años, el cantante, 
Ronnie Van Zant, el guitarrista, Steve Gaines, su hermana, la corista Cassie Gaines 
y el manager Dan Kilpatrick.
Os dejo con Free Bird que comienza así…(cuesta cargarse el video pero es precioso, 
concierto en vivo, en la BBC, año 75, dos antes de la tragedia)
http://www.youtube.com/watch?v=CkTQUtx818w 
IF I LEAVE HERE TOMORROW,
WOULD YOU STILL REMEMBER ME?
FOR I MUST BE TRAVELLING ON, NOW.
´CAUSE THERE´S TOO MANY PLACES I´VE GOTTA SEE.
BUT IF I STAYED HERE WITH YOU, GIRL,
THINGS JUST COULDN´T BE THE SAME.
´CAUSE I´M AS FREE AS A BIRD NOW,
AND THIS BIRD YOU CANNOT CHANGE
THE LORD KNOWS, I CAN´T CHANGE.
(SI ME FUERA MAÑANA,
¿ME RECORDARÍAS?
TENGO QUE PARTIR AHORA
PORQUE HAY MUCHOS SITIOS QUE DEBO VER.
Y SI ESTUVIERA QUÍ CONTIGO, CHICA,
LAS COSAS NO SERÍAN LAS MISMAS.
PORQUE SOY UN PÁJARO LIBRE
Y NO ME PUEDES CAMBIAR
EL SEÑOR LO SABE, NO PUEDO CAMBIAR)

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